Una espera que valió la pena

Escucho a Blur desde los 15 años. Estaba en segundo medio de un colegio de monjas, donde la mayoría de mis compañeras bailaban al ritmo del ‘Meneíto’, mientras con la Coca e Ingrid enganchamos y nos hicimos amiguis por la música. Compartíamos novedades, leíamos suplementos juveniles de los diarios o libros que estaban fuera de la malla curricular. Esto hizo que fuera catalogada de freak, concepto súper en boga en 1993.

Y enganché con Blur por su desenfado, eran frescos, juguetones, pop sin pretensiones, Brit Pop. Pasaron los años y me fui comprando de a poco sus discos. Lamenté el distanciamiento entre Damon Albarn y Graham Coxon como muchos fans y disfruté del 'Think Tank', un tremendo disco que pasó sin pena mi gloria y que transmitía lo que les estaba pasando. El Damon desenfrenado y gritón dio paso a una melancolía que todavía conmueve.

Y cuando supe que se reunieron sentí que todavía estaba esa remota posibilidad de viajar a Inglaterra o a Europa para verlos en vivo, porque jamás se me pasó por la cabeza la posibilidad de que vinieran a Chile.

Cuando vi el trailer del documental 'No distance left to run', me dieron ganas de llorar. Me lo regalaron y derramé muchas lágrimas al ser testigo de su historia, de los excesos, de las diferencias, de la fama abrupta, de la amistad/hermandad que se fue resquebrajando hasta la separación y de cómo fueron capaces de reencontrarse y decidir hacer un bis que los reunió en torno a los instrumentos.

Ese documental viene con el show en vivo que dieron en Hyde Park en 2009, donde también fue emocionante ver una bandera chilena entre los fans que pudieron estar ahí, desatando nuevamente el anhelo de viajar para disfrutar de un concierto. Por eso cuando supe que venían tenía que ir y estar lo más cerca posible.

Estuve en cancha VIP, cumpliendo uno de mis grandes sueños musicales junto a mis amigas de toda la vida. Saltamos, gritamos y cantamos en un show espectacular. 

He leído por ahí que algunos lo encontraron corto y que faltaron canciones. Para mi estuvo perfecto, porque vi al grupo de amigos que lo pasan bien tocando juntos y haciendo un repaso por su historia y evolución. Me doy por pagada con el solo hecho de escuchar 'This is a Low' en vivo. Valieron la pena los 20 años de espera.

@ladydark