“It's a strange day
No colours or shapes
No sound in my head
I forget who I am”
Utopia - Goldfrapp
Hay momentos en que la mente el cuerpo no se comunican. Por ejemplo, uno quiere estar más dispuesto al contacto físico, pero la proxémica indica que andas fría y distante. O mueres de ganas por recibir un abrazo y tu boca no es capaz de confesarlo. Quieres contarle a la gente que te importa y que le importas que te sientes sobrepasada, pero cuando respondes al cómo estás resumes con un escueto “bien”, “mejor”, “esperando el llamado millonario” y un largo etc.
Creo que tal vez puede influir el hecho de que nunca me ha gustado a sentirme débil, porque tengo problemas como todos. A lo mejor estoy llegando a un punto... ni siquiera sé cómo expresarlo en palabras.
Creo que tal vez puede influir el hecho de que nunca me ha gustado a sentirme débil, porque tengo problemas como todos. A lo mejor estoy llegando a un punto... ni siquiera sé cómo expresarlo en palabras.
4 Comments:
eso se arregla, un rato al menos, con unos cuantos piscos sours :p
saludos
Si, creo que el alcohol ayuda a ser como somos, esa es la solución
Saludillos
el problema con la solución dada por los anteriores comentaristas, es que el efecto se pasa, y el "arreglo" queda en la nada.
saluos
Y si uno sospecha que el otro está por decir algo y no se atreve, o no puede (hay veces en que las palabras se quedan atoradas en la garganta y no pueden salir). ¿Lo mejor es respetar el silencio del otro, o lanzarse a contener?...
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