7- Lolo parte a EE.UU.
La partida de Lolo a Estados Unidos era algo tan incierto como mi futuro laboral hasta que, mediante un mensaje de texto a mi celular, me informaba que partía en dos semanas. ¿Dos semanas? Uf. En ese momento tuve una reacción natural y lloré. Es que al principio me costaba mucho entender que ella necesitaba salir de este país porque acá no tenía proyecciones ni anhelos. Nada. Era como si ahora sólo pensara en inglés.
Una de las cosas que más me preocupaba era que nuestra despedida fuera "con estilo", y no terminar en las escenas trágicas de aeropuerto incluyendo agüita con azúcar para calmar la angustia de ver que alguien muy especial en tu vida, parte en busca de nuevos horizontes, y tan lejos.
Un día antes de partir Lolo me decía que tenía que puro irme de Chile. "No sabes cómo te aumentan los bonos cuando anuncias que te irás de este país". Inmediatamente pensé que es lo mismo que sucede cuando muere alguien, en el velorio se comenta lo mucho que querían al difunto, lo bueno que era, etc.
También me rondó la cabeza la idea de cuánto influye la distancia en una amistad. Sobre todo ahora, en el siglo XXI, con el messenger, webcam, blogs y todas estas tecnologías de punta que permiten que uno se pueda comunicar igual que siempre. La diferencia entonces se reduce a lo tangible. A no poder abrazar, para el cumpleaños, por ejemplo. A no poder llamarla a las 2 de la mañana para comentar el capítulo de C.S.I., porque primero tendría que calcular la diferencia de horario.
Entonces comprendí que si uno es amigo de verdad de alguien no puede ser egoísta con esa persona y solamente resta desearle lo mejor en su nueva vida. Todavía no sabemos si Lolo volverá pronto a Chile o se quedará allá para siempre. Lo que sí puedo decir es que somos de esas amigas que no necesitan verse a diario, ni hablar todos los días. Pueden pasar veinte años y si nos encontramos en Los Angeles, "California", o en Huérfanos con Estado, la reacción será gritar ¡¡amigui!! y darnos un abrazo gigante. Como siempre.
La partida de Lolo a Estados Unidos era algo tan incierto como mi futuro laboral hasta que, mediante un mensaje de texto a mi celular, me informaba que partía en dos semanas. ¿Dos semanas? Uf. En ese momento tuve una reacción natural y lloré. Es que al principio me costaba mucho entender que ella necesitaba salir de este país porque acá no tenía proyecciones ni anhelos. Nada. Era como si ahora sólo pensara en inglés.
Una de las cosas que más me preocupaba era que nuestra despedida fuera "con estilo", y no terminar en las escenas trágicas de aeropuerto incluyendo agüita con azúcar para calmar la angustia de ver que alguien muy especial en tu vida, parte en busca de nuevos horizontes, y tan lejos.
Un día antes de partir Lolo me decía que tenía que puro irme de Chile. "No sabes cómo te aumentan los bonos cuando anuncias que te irás de este país". Inmediatamente pensé que es lo mismo que sucede cuando muere alguien, en el velorio se comenta lo mucho que querían al difunto, lo bueno que era, etc.
También me rondó la cabeza la idea de cuánto influye la distancia en una amistad. Sobre todo ahora, en el siglo XXI, con el messenger, webcam, blogs y todas estas tecnologías de punta que permiten que uno se pueda comunicar igual que siempre. La diferencia entonces se reduce a lo tangible. A no poder abrazar, para el cumpleaños, por ejemplo. A no poder llamarla a las 2 de la mañana para comentar el capítulo de C.S.I., porque primero tendría que calcular la diferencia de horario.
Entonces comprendí que si uno es amigo de verdad de alguien no puede ser egoísta con esa persona y solamente resta desearle lo mejor en su nueva vida. Todavía no sabemos si Lolo volverá pronto a Chile o se quedará allá para siempre. Lo que sí puedo decir es que somos de esas amigas que no necesitan verse a diario, ni hablar todos los días. Pueden pasar veinte años y si nos encontramos en Los Angeles, "California", o en Huérfanos con Estado, la reacción será gritar ¡¡amigui!! y darnos un abrazo gigante. Como siempre.
3 Comments:
Quizá es la mejor opción.
Aveces hay que saber cuando dejar libre a alguien que quieres mucho. Después de todo siempre serán amigas, aunque pasen muchos años.
Pero igual opino que está puro hueviando en USA y se venga pa' Chile no ma'.
He dicho.
Qué bien por tu amiga... eso de reiniciar vida en otros espacios, otra cultura...
..exacto cuando uno es amiga de verdad, lo único que puede hacer es desear lo mejor para el otro.. y tragarse un pqto la penita... para darle mucha fuerza...
mis saludos
Lo imagino tal como lo cuentas, es más, veo la expresión de ambas en este minuto cuando griten "amigui"
jaja
Saludillos
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