8- Javi sólo quiere ser reportera
Cumplí cinco meses buscando trabajo y, mientras mis expectativas laborales se amplían cada día más hacia áreas como de Relaciones Públicas, Comunicaciones Internas y Marketing, la Javi solamente quiere trabajar en prensa.
No logro entender por qué alguien como ella solamente ve su futuro laboral corriendo (grabadora en mano o en su defecto micrófono de barquillo) detrás del sujeto de la noticia del día, yendo de una conferencia de prensa a otra, esperar a un juez toda la mañana para que no dé declaraciones, o peor aún, estar con el agua hasta la cintura para un contacto en directo para decir "Efectivamente, no ha parado de llover en todo el fin de semana". Harto tirado de las mechas, sobre todo teniendo en cuenta la apertura de campos en los que un periodista cesante como usted o como yo podemos ejercer actualmente.
Pero el síndrome Constanza Santa María se apoderó de la Javi y su día parte con "En Boca de Todos" y termina con "Última Mirada". Ve todos los noticiarios existentes, hasta "La Pregunta Interactiva" para repetirlas como loro en nuestra reunión semanal de happy hour. "Supiste que...", "cachaste lo que pasó en..." y, aunque podría usarla como mi resumen semanal parlante, debo reconocer que es una soberana lata tomarse un trago con ella. Es como si anduviera con la grabadora en la cartera lista para sacarla en cualquier momento para apretar rec y capturar "la noticia" desde la primera fuente.
Un día me preguntó por qué la prensa no estaba dentro de mis posibilidades laborales. "Es fome, aunque no me niego a nada", contesté. Entonces me saltó con su speach de que estamos destinadas a relevar a Karin Evensperger y Raquel Correa cuando se retiren, que los cupo son escasos y hay que pelearlos con conocimientos de actualidad.
Reconozco que desde que me titulé trato de ver las noticias cuando puedo. Los programas periodísticos como "Contacto" siempre han formado parte de mi agenda, pero estoy tratando de saber qué ocurre a mi alrededor. Es mejor estar siempre lista.
No logro entender por qué alguien como ella solamente ve su futuro laboral corriendo (grabadora en mano o en su defecto micrófono de barquillo) detrás del sujeto de la noticia del día, yendo de una conferencia de prensa a otra, esperar a un juez toda la mañana para que no dé declaraciones, o peor aún, estar con el agua hasta la cintura para un contacto en directo para decir "Efectivamente, no ha parado de llover en todo el fin de semana". Harto tirado de las mechas, sobre todo teniendo en cuenta la apertura de campos en los que un periodista cesante como usted o como yo podemos ejercer actualmente.
Pero el síndrome Constanza Santa María se apoderó de la Javi y su día parte con "En Boca de Todos" y termina con "Última Mirada". Ve todos los noticiarios existentes, hasta "La Pregunta Interactiva" para repetirlas como loro en nuestra reunión semanal de happy hour. "Supiste que...", "cachaste lo que pasó en..." y, aunque podría usarla como mi resumen semanal parlante, debo reconocer que es una soberana lata tomarse un trago con ella. Es como si anduviera con la grabadora en la cartera lista para sacarla en cualquier momento para apretar rec y capturar "la noticia" desde la primera fuente.
Un día me preguntó por qué la prensa no estaba dentro de mis posibilidades laborales. "Es fome, aunque no me niego a nada", contesté. Entonces me saltó con su speach de que estamos destinadas a relevar a Karin Evensperger y Raquel Correa cuando se retiren, que los cupo son escasos y hay que pelearlos con conocimientos de actualidad.
Reconozco que desde que me titulé trato de ver las noticias cuando puedo. Los programas periodísticos como "Contacto" siempre han formado parte de mi agenda, pero estoy tratando de saber qué ocurre a mi alrededor. Es mejor estar siempre lista.